COTOS DE CAZA: Claves de la expansión del jabalí

Nos encontramos en plena campaña de los aguardos nocturnos al jabalí, por lo que aprovechando que estamos inmersos en esta modalidad de caza vamos a abordar las principales causas de expansión de este animal por todo el territorio nacional.

Unos apuntes sobre la biología del jabalí

Posee un tronco macizo, ligeramente inclinado hacia atrás, relativamente corto y fuertemente aplastado sobre los lados. Una larga crin recorre la mitad anterior del lomo y los flancos se encuentran protegidos por un auténtico escudo de piel endurecida en los machos adultos, que alcanza los 6 centímetros de espesor.

El cuello está poco marcado por lo que cabeza y tronco forman un sólido bloque. La cabeza es gruesa en relación al cuerpo, teniendo su altura máxima al nivel de la implantación de las orejas, y alargándose en forma de cono en un largo hocico hasta los orificios nasales.

Vistos de lado parecen muy voluminosos, pero de frente se antojan delgados, a causa de su aplastamiento lateral. El color del pelaje varía con la edad, estación del año y situación geográfica. No obstante puede decirse que los ejemplares adultos suele predominar el castaño oscuro. Sus sentidos más desarrollados son el olfato y el oído, teniendo muy mala vista. En España, no suelen superar los 120 kg de peso.

La dentadura del jabalí, destaca esencialmente por sus caninos, en la mandíbula inferior del macho, los cuales, presentan un desarrollo extraordinario en la parte superior. Al mismo tiempo, en el maxilar superior se encuentran las amoladeras, de menor tamaño, y que ensamblan perfectamente la cara posterior de las navajas, afilándose ambas por el continuo roce, lo que le otorga al animal algo más que unas respetables defensas.

Las hembras se encuentran en celo principalmente en el mes de Diciembre (alcanzando la madurez sexual al año de edad). La gestación dura entre 115 y 135 días por lo que la mayoría de los partos de producen en Abril.

Hasta los cinco o seis meses, los jabatos lucirán unas conspicuas rayas marrones claras, de longitud desigual, sobre un fondo pardo-amarillento, por lo que se les llama “rayones”.

Capturas

Seis comunidades capturan casi el 80% de los jabalíes.

Castilla la Mancha (17%), Andalucía (15%) Aragón (13%), Cataluña (13%) Castilla y León (10%) y Comunidad Valenciana (9%). La provincia más jabalinera en España sigue siendo Huesca.

Estimamos que en España hay en torno a 3 millones de jabalíes, de los cuales anualmente se cazan en torno a 280.000 ejemplares.

Las capturas se han duplicado holgadamente en estos últimos quince años, se tienen datos de algo más de 120.000 jabalíes cazados anualmente a principios del siglo XXI.

Claves de la expansión del jabalí

Adaptabilidad

El jabalí es capaz de vivir en muchos biotopos diferentes, estén al nivel del mar o a 4.000 metros de altitud, con tal de que tengan la espesura suficiente para guardecerlos durante las horas de luz. Bosques caducifolios y perennifolios, rebollares, helechales, junqueras, estepas y marismas, próximos o muy lejanos a cualquier núcleo poblado, cuentan en sus parajes con la presencia de cochinos de monte. No obstante, les es imprescindible tener agua en las proximidades, ya sea río, arroyo, laguna o charca.

Ampliación de la superficie forestal

El abandono del aprovechamiento del monte, mediante cortas y aclareos, el marcado descenso del pastoreo y la sustitución de pastizales por zonas cubiertas de matorral y vegetación arbórea de mayor espesura han ido ampliando la superficie de habitabilidad del jabalí.

Agricultura

El empleo de variedades agrícolas de ciclo corto y una roturación intensiva de los cultivos le han proporcionado una fuente de recursos tróficos a lo largo de todo el año. Esto unido a un posible cambio climático, que está provocando una benignidad de los rigores invernales, ha llevado a la especie a gozar de la aparente prosperidad de la que goza en la actualidad.

Alimentación

Se trata de un animal omnívoro, presentando gran variabilidad en su régimen alimentario en función de los recursos disponibles.

Sus preferencias vegetales, de mayor a menor son:

  • Frutos forestales
  • Maíz
  • Trigo
  • Avena
  • Pastos naturales
  • Cebada
  • Girasol
  • Vid
  • Patata, sandías, melones…

No obstante, su amplia dieta también incluye restos orgánicos, pequeños mamíferos (ratones, topillos, topos, conejos), nidos de los pájaros, carroña, insectos, hongos…

Comportamiento social

Su capacidad adaptativa tiene como punta de lanza una actividad organizada en grupos matriarcales liderados por las hembras más expertas, y formados exclusivamente por hembras y jóvenes, mientras que los machos se comportan de forma solitaria, sobre todo cuando envejecen; sólo se unen al grupo en las épocas de celo. “Estos grupos matriarcales tienen una gran capacidad de enseñar el comportamiento a los rayones, que enseguida saben cuándo se producen situaciones de peligro”, añade Rosell. De este funcionamiento en grupo obtienen los beneficios de la colaboración y cooperación, pues los componentes hacen las actividades juntos, de manera que “si la hembra líder percibe el más mínimo peligro da la alarma y el grupo desaparece”, añade la especialista.

Aprovechar esta situación

Desde el punto de vista de la gestión cinegética debemos aprovechar esta situación y adecuar los cupos de captura a esta clara expansión del jabalí.

Como ya he indicado en otros artículos, resulta fundamental establecer una zonificación en el coto de caza. En el caso del jabalí es sencillo, debemos distinguir la zona donde vamos a realizar una montería en la próxima temporada (conservación y caza selectiva para mantener el equilibrio poblacional) y la zona de monte bajo donde predomina la caza menor y los cultivos agrícolas (actuación cinegética intensa).

Tal y como observamos en la imagen anterior, tenemos el nuestro coto dividido en dos zonas desde el punto de vista del jabalí.

La zona A está compuesta por superficie forestal arbolada y de matorral y con superficies de siembra para la fauna y sería la zona donde vamos a dar una montería la próxima temporada por lo que tendríamos que realizar una caza selectiva eliminando ejemplares enfermos o de muy avanzada edad con el fin de que haya una buena densidad de animales de cara a esa montería.

La zona B es un área con monte bajo de atochas y coscoja con encinas y pinos aislados y gran parte de superficie agrícola de cereal. En esta zona habría que intensificar la actividad cinegética especialmente mediante los aguardos nocturnos (podrían aplicarse durante prácticamente todo el año) para mantener a los jabalíes concentrados en la zona A con lo que reduciríamos el impacto negativo de este animal sobre los cultivos agrícolas y las especies de caza menor.

MÁS INFORMACIÓN

Este es tan solo un breve ejemplo de gestión cinegética del jabalí en un coto de caza, en artículos venideros trataremos este punto (zonificación) como se merece y desarrollaremos un caso real. Por el momento, espero que haya sido de tu agrado esta reflexión sobre la biología, expansión y gestión cinegética de las poblaciones de jabalí y como siempre ya sabes que si tienes cualquier duda o reflexión sobre este tema estaré encantado de escucharte.

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